1. Defina bien sus objetivos.
Establezca un calendario de objetivos tanto a corto como a largo plazo. Compártalo con sus empleados para que ellos se involucren y analice cada cierto tiempo la situación real de los proyectos con los responsables de departamento.
2. Revise las herramientas tecnológicas de su empresa.
Estudie la posibilidad de invertir en nuevas tecnologías que pueden ayudarle a planificar mejor las tareas o incluso a reducir las horas que se invierten en cada proceso. Investigue las aplicaciones que pueden ayudar a sus empleados a gestionar mejor su tiempo en sus labores diarias.
3. Limite el número de reuniones, juntas, etc.
Muchas de ellas pueden sustituirse por otros canales de comunicación mucho más ágiles y efectivos. Convoque reuniones presenciales cuando sean absolutamente imprescindibles fijando un horario de inicio, cierre y objetivos de la reunión.
4. Detecte los momentos de mayor productividad en su empresa.
Deténgase un momento y analice en qué días de la semana, horas o meses del año sus colaboradores resultan más productivos. Con estos datos podrá planificar con mayor eficacia determinadas tareas, repartir los tiempos de descanso, etc.
5. Mejore la comunicación dentro de su empresa.
Fomente el uso de la Intranet, cree un boletín semanal de novedades, abra un buzón de sugerencias, planifique video conferencias con otras oficinas y departamentos. Un buen consejo consiste también en crear un “Círculo de calidad”, un grupo de debate y discusión en el que estén representados los distintos departamentos de la empresa en el que se analice periódicamente el funcionamiento de la compañía y se propongan soluciones a problemas que puedan surgir.
